Cómo cuidar a un gato con enfermedad renal
La enfermedad renal, o más comúnmente llamada insuficiencia renal crónica (IRC), es por desgracia muy común en gatos senior. Este diagnóstico asusta y puede implicar muchas visitas al veterinario, análisis de sangre y estrés tanto para ti como para tu gato.
Los gatos no pueden curarse de la IRC; sin embargo, muchos gatos a los que se diagnostica tempranamente pueden controlar muy bien su enfermedad durante largos periodos de tiempo.
Esto es lo que debes saber sobre la enfermedad renal en gatos y cómo proporcionar a tu felino los mejores cuidados posibles:
Signos de enfermedad renal en gatos
Los gatos con IRC pueden presentar diversos signos clínicos en distintos grados. Los síntomas incluyen:
- Anorexia o disminución del apetito hasta inapetencia
- Pérdida de peso (principalmente observada como pérdida muscular)
- Vómitos
- Cambios en la micción o en la bebida (normalmente aumentan, pero si su mascota no produce orina, es preocupante)
- Incapacidad para concentrar la orina
- Úlceras orales
- Signos neurológicos (en casos graves)
Si observas alguno de estos signos, tu mascota debe ser evaluada por un veterinario. Algunos gatos pueden mostrar signos muy leves, que pueden manifestarse en cambios en los análisis de sangre rutinarios, que justifiquen un tratamiento. Por ello, las visitas semestrales al veterinario son tan importantes para los gatos.
Tratamiento y seguimiento de la enfermedad renal
Una vez que tu gato ha sido diagnosticado con enfermedad renal, puede ser necesario iniciar inmediatamente una terapia de líquidos intravenosa, dependiendo de la gravedad de la enfermedad. También es recomendable cambiar la dieta de tu gato por una con proteína controlado para que permita a sus riñones descansar y no trabajar.
En las primeras fases, es posible que tu gato tenga que pasar unos días hospitalizado y recibir terapia de líquidos intravenosa, para después poder estar cómodo en casa durante algún tiempo. Con el tiempo, los valores renales de tu gato pueden aumentar de nuevo, lo que justifica una terapia continuada.
En algunos casos, tu veterinario también puede considerar la posibilidad de administrar a tu gato líquidos subcutáneos (bajo la piel) en casa, semanal o diariamente (dependiendo de la gravedad de la enfermedad).
Los riñones son importantes en la regulación de la presión arterial, y los gatos con enfermedad renal grave pueden tener la presión arterial más alta de lo normal. Por lo tanto, a tu gato también se le pueden recetar medicamentos que ayuden a reducir la presión arterial.
Tu veterinario te recomendará el plan de seguimiento adecuado. Éste suele incluir análisis de sangre y orina periódicos para evaluar que no haya infecciones secundarias o que la proteína en la orina de tu gato esté bien controlada. Estas herramientas de monitorización ayudan a los veterinarios a determinar el estadio en el que se encuentra la enfermedad renal de tu gato.
Determinar el estadio de la enfermedad renal (I-IV) en el que se encuentra tu gato ayudará con el pronóstico a largo plazo y las recomendaciones de tratamiento. La enfermedad puede seguir progresando independientemente del tratamiento, pero tratar a su mascota en función del estadio de la enfermedad renal en el que se encuentre le proporcionará la mejor respuesta a largo plazo.
Cuidados en casa para gatos con insuficiencia renal
En casa, debes vigilar a tu gato para detectar cualquier cambio en su apetito, comportamiento, actividad, su ingesta de agua y sus hábitos urinarios. Si observas que tu gato bebe más agua y orina menos, puede ser un indicador de que debes cambiar algo o de que la enfermedad está progresando y es necesario que consultes a su veterinario.
Siempre se recomienda proporcionar abundante agua fresca, incluso cuando no padezca una enfermedad renal. A los gatos les gusta mucho el agua de la llave (puede que hayas notado que a tu gato le gusta lamer el agua de la bañera o el agua que sale de la llave), y si tu gato parece interesado, una fuente será tu mejor aliada. De este modo, aumentarás la cantidad de agua que bebe y orina, contribuyendo a mantener una buena salud renal.
Si tu veterinario te ha recomendado la terapia de líquidos subcutánea, no te preocupes. La mayoría de los gatos toleran muy bien este procedimiento y se sienten mucho mejor después.
Recuerda que, si tienes alguna duda sobre la enfermedad renal de tu gato, consulta con tu veterinario.
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